Buscar este blog

jueves, 31 de mayo de 2012

Avaricia


Si lleváis tiempo siguiendo este blog, sabréis que All Shall Perish es una de esas bandas a las que les tengo cierto cariño, aunque sean etiquetados bajo el nefasto término del Deathcore. Pero no estoy aquí hoy para soltar bilis contra este género, no hoy no, voy a hablar de algo bastante más despreciable, y creo que cuando lo leáis, pienso que estaréis todos conmigo.
Actualmente es inevitable que un disco nuevo de una banda acabe en la red, podremos estar más o menos de acuerdo, pero la realidad es que hoy día cualquier álbum es descargable, la caída de Megaupload solo ha desordenado un poco el panorama, nada más. Bien, All Shall Perish, como todos los artistas, son conscientes de ello, y hoy por hoy luchar contra ello es como ponerle obstáculos al flujo del agua. Ponerse a denunciar a todos los que se descarguen tus obras es inútil, tan vez hace unos años, cuando el P2P empezó, era posible, pero ¿quien no tiene acceso a la red en el mundo occidental?
Sin embargo, parece ser que alguien ha decidido actuar de justiciero voluntariamente en este caso.
Hace unas semanas saltó la noticia de que la compañía panameña World Digital había decidido denunciar entre 80 y 100 personas por descargar el último disco de la banda, el This Is Where It Ends, al parecer la compañía  tiene los derechos del disco y ha reclamado 150.000 dólares por daños y perjucios. Un detalle, los 150.000 son por persona. Imaginaos cuanto es la suma total...
Pero es no es lo gracioso del asunto, lo gracioso es que ni la propia banda es consciente de esta demanda. En otras palabras, la banda no ha denunciado a sus fans, sino esta compañía, de la que además, el manager de la banda ha dicho que ni el propio quinteto ni el mismo sabe quien coño son estos World Digital. Pero es que la historia no acaba aquí, ni siquiera Nuclear Blast sabe como World Digital se ha hecho con los derechos del álbum. La pregunta es clara ¿como puede pasar esto? Hay dos posibles explicaciones, primero, o en World Digital son muy listos y saben aprovechar los recovecos de la burocracia para hacerse con parte de los derechos del álbum, y por lo visto tienen los suficientes derechos como para permitirse denunciar, o directamente han cogido y han dicho que tienen los derechos, y tan panchos, lo cual no me extrañaría nada.
Es como veo un coche por la calle e intento venderlo porque digo que es mío. Pues esa cara tan dura han tenido esos panameños, y ni cortos ni perezosos han continuado con las denuncias, con la esperanza de embolsarse un dinero que no es suyo, porque que nadie piense que ASP verán un duro, esto es beneficio propio puro y duro. Descargar será todo lo malo que queráis, pero esto es infinitamente peor. Las ventas de discos caen en picado, y poco se puede hacer por impedirlo, sin embargo las descargas sirven para darte a conocer a un público potencial, porque dudo mucho que el fan medio de ASP haya comprado un disco original en su vida. Estamos en la cultura del todo es gratis, y a la generación que ha nacido con un ordenador en su casa, va a ser muy difícil de lo contrario. Yo soy el primero que admite que tengo tantas bandas en mi ordenador que a veces ni se lo que estoy escuchando, pero también gasto mi dinero en discos, tanto de bandas grandes como Sepultura, como de bandas pequeñas, como Orthodox, y aún así no es suficiente. Pero que un tercero reclame los derechos de un disco que habrá adquirido de una manera dudosa con el único objetivo de lucrarse a costa del grupo, es de mafiosos. De todos modos, vivir a costa de los derechos de los artistas es una historia que me suena mucho...
Lo peor de todo es que muchos no leerán la historia completa, limitándose a atacar a la banda por ser unos nuevos Metallica, unos traidores, unos vendidos, y repito, ni All Shall Perish ni Nuclear Blast tienen nada que ver, y si, de nuevo por desgracia, esta historia se me hará demasiado familiar.